“Prueba” de la inexistencia del movimiento

Hay que destacar que este archivo está en forma de un guion para una exposición. Lo entrecomillado sería aquello dicho por el expositor. Y considerando en primera persona al expositor.

“Antes de dar inicio a la exposición, cabe explicar que, siendo precisos, como la filosofía lo es, esto no es una prueba en efecto, es una demostración científica de un indicio a la inexistencia del movimiento, bueno si no considerado un indicio al menos una herramienta para obligar al buen entendedor a replantearse la estructura de toda la realidad y o de lo que pensaba sobre ella.”

[La exposición empezaría con una simple caída por la gravedad, en términos físicos, un movimiento rectilíneo uniformemente acelerado. Pongamos como ejemplo una manzana]

“¿Qué ha acabado de pasar?”

La respuesta lógica sería, “la manzana se ha caído”, “se ha movido”, “ha cambiado de posición” o alguna otra variante del campo de la cinemática.

“¿Cómo lo sabéis?”

Difícil predecir la respuesta, porque ya se olerían la trampa, pero en sus mentes sería tan sencillo como dos más dos: “Porque lo he visto”, “Porque he escuchado su golpe al tocar al suelo, o como cortaba la superficie del aire”.

“Incluso podría aventurarme a preguntarles el porqué, pero felizmente la física que estudiamos nos otorga una respuesta casi involuntaria, en lo que se refiera a un razonamiento previo: la fuerza de la gravedad”

“Y realmente, la vista es el principal criterio de verdad en nuestro paradigma de la sensibilidad, y solo por el sonido, el tacto, el olfato,… no se atrevería nadie a defender el movimiento. Derrocando a la vista, puedo causar el efecto deseado.”

[En este punto se debe hacer uso del ordenador y abrir esta página: 

https://frames-per-second.appspot.com/]

[Al abrir la página se establece en las opciones que el fondo esté parado y se agrega una pelota que se mueva a 90fps y elimino la otra.]

“Igual que visteis como se movía la manzana alcanzando el suelo, veis como se mueve esta pelota digital sobre la pantalla.”

 Posteriormente agregaría a otra pelota, también moviéndose a 90fps con una velocidad inferior, y preguntaría:

“¿Cuál es la diferencia entre las dos pelotas?”

 “La velocidad”, se podría decir que una se mueve más que otra, su desplazamiento por unidad de tiempo es inferior.

Luego igualaría las velocidades e cambiaría la frecuencia de imágenes por segundo de una de las dos a 30fps, y preguntaría nuevamente:

“¿Cuál es la diferencia entre las dos imágenes?”

“El número de fps” o, en castellano, “tasa de cuadros por segundo”, lo que ha cambiado es el número de imágenes que vemos en un segundo.

“La pelota que parece que se está poco a poco “parando” tiene una tasa de fps de 30, lo que es lo mismo que decir que cada segundo vemos 30 veces la pelota, cada vez un poco más desplazada, realmente no vemos “movimiento” ya que realmente una imagen en una pantalla no se puede mover como tal, ya que está hecha apenas de píxeles en la pantalla que se encienden y se apagan. Pero no la primera pelota, su movimiento inicial es continuo, no vemos que se pare, eso se debe a que su tasa de cuadros por segundo alcanza los 90 e incluso para mostrar inferioridad de esa tasa lo subiré a 120.”

Las reacciones ante esto, serían, aproximadamente:

“Ya sabía eso, en una pantalla no hay movimiento, es solo una sensación”

“Pero hay una sensación tan poderosa que nos engaña.”

Y digo la pregunta clave:

“¿Qué diferencia hay entre el movimiento de la manzana y el de la pelota?

Bueno, pensaríamos a primer momento que el movimiento de la manzana es continuo, no vemos que se vaya parando y tampoco hemos establecido una tasa de cuadros por segundo al tirar la manzana.”

En el caso de la manzana la tasa de cuadros no la he establecido, es verdad, la establece la propia naturaleza. Hay estudios que demuestran de forma incontestable que el límite de tasa percibida por el ojo humano es de alrededor 24fps, variando +- 1 dependiendo de la persona. O sea, que para nuestra visión y consecuentemente nuestro cerebro no hay una diferencia entre el movimiento de la manzana y de la pelota, ya que los dos pasaban de ese umbral del 24, interpretando nuestro “sensorio común” ambos movimientos como continuos.

Entonces ¿Por qué al ver la pelota “moviéndose” a través de esa intermitencia juzgamos ese movimiento como falso? usando LA RAZÓN, ya que sabemos que el movimiento en una pantalla no es real ¿Y el de la manzana, incluso más limitada por nuestra visión a unos tristes 24fps? también deberíamos usar nuestra razón y juzgarlo como falso, no teniendo pruebas de su real existencia, deberíamos acallar nuestros irracionales sentidos y juzgar con la razón lo real, lo inmutable, lo inmóvil. Pero esto ya, no lo digo yo, lo dijo Parménides hace 2500 años.

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